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viernes, 17 de octubre de 2014

Travesía Azpilicueta a Reñada -11 Octubre 2014



Buenas compañeros y compañeras.

Hemos necesitado dos intentos, pero, aprovechando las escasas lluvias de los últimos meses, hicimos este clásico de Cantabria el 11 de octubre del 2014: La travesía torca de AZPILICUETA a cueva de REÑADA. Muy recomendable travesía con todo tipo de dificultades, con grandes pozos que requieren cierto dominio técnico, pasos estrechos a los que hay que echarles “serenidad”, galerías amplias, laminadores, etc. Y no demasiado larga, de manera que se puede disfrutar sin que el cansancio haga aparición.


Selfie, que está de moda, en P34
Es una travesía con casi 300 m de desnivel, de los que 265 m son de pozos. Tiene unos 1.500 m de recorrido, si se opta por la vía más directa.

El sistema, ubicado en Matienzo (Cantabria), tiene varias bocas, pudiendo optarse por instalar la torca del Coterón como “salida de emergencia”.

Tiene varios puntos críticos a tener en cuenta:

  • Pozo de unión entre la gatera de la Sala Ciega y la Sala de Cartón – Piedra: Se trata de un pozo de 20 – 25 m, muy estrecho, principalmente en su cabecera. No es apto para espeleólogos pasados de peso, como demuestran los rescates ocurridos en ese paso, uno en 2003 y otro en 2007. Y eso a pesar de las “micro-voladuras”.

  • Paso del “Duck” o del Pato. En este caso es una gatera de unos 10m con un pequeño caudal de agua, que podría sifonar en caso de fuertes lluvias, impidiendo la salida por Reñada.

  • Paso del Agujero Soplador. También se trata de un paso bajo, con cierto caudal de agua y que podría llegar a sifonar, aunque mi impresión es que es más fácil que sifone el Duck.

En general, las cuerdas e instalaciones que encontramos en la Torca de Azpilicueta estaban en buen estado, gracias a los del Katiuskas, a excepción del pasamanos de aproximación al P14, después del riachuelillo de Azpilicueta.

Pero bueno, vamos al tajo:

 ACCESO.

Por mi parte, creo que lo ideal es dejar los coches en las cercanías de la cueva de Reñada y subir a pie hasta Azpilicueta.

Efectivamente, existe una pista que pasa a escasos 50 m de la sima de Azpilicueta. Y en algún sitio leí que “era apta para todo tipo de vehículos”. Así que hace unas semanas intentamos hacer la travesía, dejando un coche en la sima de Azpilicueta y otro en Reñada. Cogimos la jodida pista en Matienzo y, hasta el repetidor de TV muy bien: Pista hormigonada, de mucha pendiente, pero bueno, con mi Fiat Punto, en primera, pues íbamos subiendo.

Pero, más o menos, a mitad del recorrido desapareció el hormigón y poco a poco la pista se convirtió en una “pista apta para todo tipo de vehículos a los que no tengas mucho aprecio”. Mi Fiat Punto, antes de dar media vuelta, se llevó dos leches en los bajos: Uno en todo el cárter y otro en el escape. 

ITV cascada!!
El resultado de este intento de llevar el coche hasta Azpilicueta fue que echamos la mañana paseando con el coche por pistas de cabras, quedando tiempo solo para entrar a dar un paseo por Reñada, además de que me han tirado en la ITV por el agujero que le hice al coche en el escape.

Supongo que el paso de todo terrenos de los paisanos y la lluvia han hecho de esta pista intransitable para coches normales.
Así, os recomiendo que dejéis los coches a la salida de Reñada, en una explanada en la que caben como 4 coches, en estas coordenadas:

Parking acceso Reñana: WGS84/UTM 30T/X 450.003 - Y 4.795.725 

Track acceso desde Matienzo
Para llegar allí, en el centro de Matienzo, en una placita donde está el bar, tomamos dirección Seldesuto (CA-654). Sin desviarnos seguimos unos 2,5 km por esa carretera asfaltada. Tras esa distancia, más o menos, veremos una pequeña explanadita a mano derecha, justo en un punto donde sale un camino para tractores a mano izquierda. En ese cruce hay un castaño, y en el prado que limita con el camino se ven varios magníficos robles, sobre todo uno que invita a dejar la espeleo para tumbarse a su sombra.

Manuel en el camino de tractores, hacia Reñada

Para llegar a Reñada dejamos los coches en esa explanada y seguimos a pie por el camino de tractores, hasta cruzar el cauce de un riachuelo. Tras el riachuelo, en el bode de la arboleda que ahí comienza, hay que buscar una senda a la derecha, muy poco marcado, que nos lleva a Reñada. De Reñada al coche no hay más de 20 minutos de paseo.

Cueva de Reñada: WGS84/UTM 30T/X 450.326 - Y 4.795.491



Podéis entrar a echar un ojo en Reñada, hasta el agujero soplador, que está cerca de la entrada, para ver cómo va de agua.

Subiendo hacia Azpilicueta
Para llegar hasta Azpilicueta, desde este punto, todo lo que hay que hacer es coger “tó pa´rriba”, a dejarse las piernas. Yo no vi ninguna senda ni nada, así que, con el GPS en la mano, tiramos campo a través, hasta cruzarnos con la pista que viene del repetidor de TV. Hay un árbol justo en la boca, único árbol de la zona, así que, una vez alcanzada la pista buscad una pequeña dolina con un árbol, al otro lado de la pista según hemos ascendido. 


Ni Manuel ni yo somos unas máquinas en campo a través y cuesta arriba, así que necesitamos casi 1 h y 30 min desde el coche hasta Azpilicueta: Son ya cuarenta y pico años tomando cerveza y otras cosas peores, o mejores, según se vea.

Y más de lo mismo... Subiendo a Azpilicueta












  



Y ya descojonados, subieeeendo a Azpilicueta














Pista que viene del repetidor de TV.








Entrada a Azpilicueta: Pequeña dolina y árbol de referencia.












 Sima de Azpilicueta: WGS84/UTM 30T/X 450.240 - Y 4.794.763






Alzado pozos Azpilicueta



   DESCRIPCIÓN DE LA TRAVESÍA

Se inicia Azpilicueta por una serie de rampas descendentes, destrepables. En seguida nos encontraremos un resalte de 5m instalado en fijo que, tras unos metros, nos lleva al pasamanos de aproximación del primer pozo de 34m, equipado con reunión de cadena en el techo. Precioso pozo que se desciende prácticamente en volado.








Cabecera del p34
Mi compañero Manuel instala estos primeros pozos. 

Tuvimos un susto en este pozo al recuperar la cuerda, ya que a 3 m de su base hay un resalte donde la cuerda, al recuperar, tiende a quedarse enganchada. Al final, después de varios meneos, tirones e improperios conseguimos desenganchar la cuerda.





Aspecto del P34
Cabecera del P28

En la base de este primer pozo arrancan dos pozos rampa, de 15 y 12 m, mas o menos. En las topos aparecen como 20 y 10 m, pero dudo que esas sean las distancias. Pasamanos de aproximación al primero, con doble anilla en su reunión. Muy fácil pasarse la reunión intermedia; de hecho, nosotros nos la saltamos, de forma que cuando llegamos al siguiente pozo, cabecera del P28, pensamos que era el segundo pozo – rampa y nos quedamos cortos de cuerda, teniendo Manuel que cambiar de aparatos para subir: ¡¡qué gran invento el nudo final de cuerda!!.

 Pues eso, este P28 tiene pasamanos de acceso y cadena para la reunión. Ya se empieza a notar algo de agua en esta bajada.
Así intersectamos la galería que acoge al río de Azpilicueta, convertido en un pequeño caudal después de tantos meses con pocas lluvias, pero que nos dio para proveernos de agua.

Avanzamos por el cauce hasta llegar a una sala generosa, donde una diaclasa en el suelo forma el siguiente pozo, el P14. Hay un pasamanos de aproximación a la cabecera, pasamanos instalado en el suelo por lo que tiene factor de caída mayor de 1. Además, a mitad de pasamanos se ve cómo la cuerda se descamisa, cual gitano en casamiento, y deja ver su alma.
Cabecera p14. Pasamanos "Chungo"

Manuel, para instalar, se asegura al pasamanos y abierto de patas, por encima del pasamanos, se acerca a la cabecera. Para descender necesita “dejarse caer”, pegando cierta sacudida al pasamanos. Yo lo intento de otra manera, dejándome colgar desde un principio en el pasamanos y avanzando en oposición, quedando la cuerda del pasamanos a la altura de mi cabeza. Aun así, al dejarme colgar al principio del pasamanos también le meto cierta sacudida a éste. Vamos, que mucho cuidado con este pasamanos.

En la base de este P14 arranca un corto meandro, que se estrecha y serpentea fuertemente hacia su final y que, sin llegar a ser de los chungos, sí se hace un poco agobiante. De repente este meandro desemboca en un soberbio P100, a bajar en tres tiradas.

Cabecera primera tirada del P100
¡Esta es mi parte favorita; 100 metros de pozo!, y me toca instalar: Ese fue el trato con Manuel.
Pasamanos de aproximación para la primera tirada, de 50 m, con desviador a -15m. Cadena con anilla como reunión. Se nota en el pozo el agua que viene del meandro; aun así, es poca agua, apenas moja.

A medida que bajo el pozo se ve más grande, se ensancha y sin darme cuenta estoy en volado. Busco el famoso desviador y, aunque lo localizo, no llego. Estoy en volado, no tengo donde apoyarme para darme un poco de impulso y pendulear. Balanceo los pies, como niño en un columpio, hasta que toco ligeramente la pared y me impulso. Llego al desviador. Cinta plana de color azul con mallón. Tiene marcas de haber sido apretado con alicates. Lo siento, pero no tengo huevos a abrirlo, más que por oxidación porque está muy apretado para hacerlo a mano, así que ya sabéis, si pensáis usar este desviador llevaros un mosquetón para abandonar.

Bajando la primera tirada del P100
Bueno, aunque cae agua ésta lo hace resbalando sobre la roca, no llega a chorrear demasiado. Y como no hay roce de cuerda, pues para abajo. 

¡joder cómo chiclean las cuerdas de 9mm!. Preciosa bajada, la verdad.
Esta tirada acaba en una cómoda repisa, como para 4 – 5 personas. Caben más, pero hay que asegurarse al pasamanos.


Primera tirada del p100









Espero a Manuel, recuperamos cuerda sin problemas y a por la siguiente tirada: pasamanos de acceso y cadena con anilla. Esta vez cortito, P13, y nueva repisa amplia. 

Tenemos ahora  bajo nuestros pies el famoso pozo de 40 m, la tercera tirada del P100, con el atlético pasamanos del paraguas y el rapel guiado (Tele taki) a mitad de pozo. Por cierto, ¿de dónde sale el nombre ese de “tele taki”?
Mientras espero a Manuel me meto en el pasamanos para ir instalando cuerda, cuando veo para mi sorpresa y demás presentes que ¡¡este pozo está instalado en fijo!!... Ummmmmhh… no me fio…

Cabecera de la segunda tirada del P100 (p13)
 Fantástico pasamanos en volado, donde hay que tirar de habilidad. Hay varios estribos en fijo para ayudar. Y sí, recupero la cuerda que estaba en fijo en esta última tirada, hasta que me hace tope el nudo final de cuerda en el desviador del “tele taki”. Y hasta lo que puedo revisar, cuerda en buen estado, de 10.5 mm.

Así que tiro de estribo para soltar cabos del pasamanos y ¡para abajo!... ¡qué delicia!, ¡lo mejor de la travesía!.

En seguida se ve cómo el pozo desemboca a unos 20 m en el techo de la gran sala ciega. Y una cuerda de lado a lado del pozo, justo en su desembocadura con el techo de la sala, del que cuelga un desviador, del lado contrario por el que bajas. ¡Impresionante!.

Bajando la segunda tirada del P100 (p13)
Así que en cuanto alcanzo al rapel guiado le engancho el cabo corto. En seguida me doy cuenta de que ni la inclinación ni el tensado del “tele taki” es suficiente para que deslice el cabo, así que doy un poco más de cuerda al descensor, llave de bloqueo a mi viejo dressler, y me ayudo tirando del “tele taki”.. .¡Vaya, me he quedado corto!. Otra vez doy un poco más de cuerda al descensor, bloqueo y ahora así, llego al desviador. Esta vez es un mosquetón de aluminio, en buen estado.

Paso el desviador y antes de soltar mi cabo del “tele taki” y desbloquearme, vuelvo a revisar la cuerda en fijo, comprobando que está en buenas condiciones, llega hasta el fondo de la sala y tiene nudo final de cuerda. ¡¡Así que para abajo!!... ¡¡juhuuuuu!!, ¡¡Qué delicia de pozo!!.

Antes de llegar al suelo trato de localizar la gatera que da continuidad a esta sala, ya que por lo que había leído no hay que bajar hasta el fondo de la sala. Y sí, cuando estás a 3 – 4 m de tocar suelo, si te fijas, se ve muy bien un reflectante naranja indicando la salida por esta gatera.

Fijaros, porque esta referencia es útil para entender dónde tienes que posarte. Caes encima de un gran bloque, que es mejor rapelar con la cuerda por la que vienes, a pesar de existir otra cuerda auxiliar en fijo para bajarlo. Aquí existía una continua ducha de agua, a pesar de la poca carga que traía la sima. 

Pozo - Tubo 25m. ¡El famoso desagüe del WC!
 Nos metimos por la corta gatera del reflectante, que enseguida se amplía, para pasarnos de largo el famoso “desagüe de WC”: ¡¡Y queríamos perdérnoslo!!. Está muy bien señalizado, la verdad, con marcas negras, así que a los pocos metros de pasárnoslo nos topamos con una cruz pintada en negro indicando que ese no era el camino.

Efectivamente, a la derecha se ve una cuerda roja anudada en un puente de roca que se pierde en el famoso pozo-tubo de 25 m.

¡A por el WC!
 Indicaros que este paso es del tipo “selectivo”, vamos, que los rescates aquí ocurridos dan fe de que este paso, a pesar de las micro - voladuras  que ya se han hecho, no es apto para espeleólogos muy pasados de peso.


Reconozco que soy un tío muy delgado. Mi cuerpo está especialmente diseñado para la espeleo: A mi 1,82 m de estatura tan solo le recubren 67 kg de peso, así que me suele tocar ser el primero en los pasos estrechos para, después de haber pasado, dar indicaciones.



¡Ahí voy!

Así que miré el paso, me quité los aparatos no necesarios, me coloqué la saca en el mallón del arnés, enganché mi ocho en la cuerda y pensé lo que pienso siempre en estas situaciones: “Si por aquí ha pasado alguien alguna vez, yo paso”. Tiré para abajo y enseguida mi saca se negó a entrar, a quedarse atravesada, a impedirme ver el paso y a estorbarme enormemente a colocar pies y piernas.
¡OJO!. Esta NO es la postura buena para pasarlo.





 A este momento corresponden las fotos que veis.


Así que decidir salir del WC y quitarme la saca. Así, sin saca y buscando la postura, fue fácil. Pasé como siempre, como mi cuerpo me tiene acostumbrado en los pasos estrechos, como un gato.

Os dejo unas indicaciones para este paso.
¡OJO!. ¡Que NO me entra el brazo izquierdo!.


¡Que NO!, ¡Que así no entra el brazo izquierdo!.
Lo primero, que sepáis que aunque los 20 – 25 m de pozo son estrechos, lo peor está en los 2 primeros metros, lo que se alcanza a ver antes de meterte. 

Mejor que lo hagáis sin saca. Pasar sin saca y que el compañero os pase, si queréis ayudados de un cordino, las sacas de una en una. Pasados los 2 primeros metros hay algo más de espacio que permite volver a pasar la saca por delante y colgártela en el mallón del arnés. No encontré mucho sitio para dejar la saca de Manuel para que la recogiera él, así que al final tiré para abajo, una vez pasada la “gran estrechez”, con las dos sacas: Una colgada de mi arnés y la otra soportándola con la mano, aunque a veces la dejaba caer (se llevó buenas leches).

Os recomiendo no usar descensor tipo Stop. El pozo se puede, incluso, destrepar. Creo que la mejor opción es usar un ocho o un dinámico. A Manuel y a mí el ocho nos vino genial.
Yo pasé con el brazo derecho por delante, hacia abajo, sujetando la cuerda que sale del ocho. Y el brazo izquierdo por detrás, levantado.

La postura que veis en la foto NO es la que usé para pasar. En la foto el brazo izquierdo se me estaba quedando enganchado, no tenía huevos a meterlo. Según miras a la foto, en la zona izquierda del agujero hay una pequeña hendidura en la roca. Así que yo pasé girado con respecto a la foto que veis, esto es, mirando hacia la pared contraria a la de la cuerda, con mi brazo izquierdo a la izquierda del agujero y levantado, aprovechando la hendidura de la roca. Así pasé sin problemas.

El resto del pozo – tubo es fácil: Solo hay que dejar que la gravedad haga su trabajo. Esa roca parece un queso de Groulle y el pozo sigue uno de sus agujeros. Solo hay que seguir la cuerda para encontrar el agujero bueno: Obvio.

El pozo acaba ensanchándose, coincidiendo con una diaclasa en el suelo. El final de la cuerda por la que bajamos está anudada en su otro extremo al otro lado de esa especie de diaclasa, por lo que la gaza que queda nos servirá de pasamanos para asegurarnos y cruzar la diaclasa.
Avanzamos siguiendo las marcas hasta aparecer en pocos metros en una peculiar  sala, creo que llamada de “Cartón Piedra”. La continuación es de frente, sin perder altura; no os vayáis a la parte baja de la sala.

Hasta aquí, lo que representa descender todos los pozos, nos llevó 4 horas.

Topo Sistema la Vega
A partir de aquí y hasta las galerías de Reñada, lo que es la zona de galería Sanatogen y zona de unión, es un auténtico laberinto, un queso de Groulle, un sucederse de gateras, salas pequeñas, laminadores, trepadas, destrepes, etc. Eso sí, está bien indicado con flechas negras o blancas, además de algún reflectante, balizas rojas o verdes, hitos… vamos, que si no tienes claro la continuación solo hay que retroceder hasta encontrar una de esas marcas. Nosotros solo tuvimos un despiste por no ver una flecha negra. Pero bueno, después de descartar varias gateras retrocedimos y encontramos el camino bueno. Hay que ir pendiente.
Bocata de Jamón Serrano

No puedo daros grandes indicaciones en esta zona. Estoy escribiendo esto tres días después de haber hecho la travesía y ya está confusa en mi cabeza: Grieta en V que había que trepar, pasos no evidentes, etc. 

Aprovechamos antes de llegar a las galerías de Reñada para comer algo. Llevo muchos años haciendo espeleo, la verdad. Antes me forraba a frutos secos, chocolatinas, barritas energéticas, etc, que conformaban mi “endo-geo-dieta”. Así hasta que hace poco menos de un año volví a coincidir con mi muy antiguo (que no viejo) compañero  de espeleo “Farma” y vi cómo se sacaba de la saca una barra de pan y unas lonchas de jamón serrano. Desde entonces las mierdecillas esas que comía antes las dejo al fondo de la saca, en un tupper, junto al material de autosocorro, para caso de emergencia.

Bocata de Jamón Serrano

Galería Sangrienta
Bueno, ya con las barrigas llenas de bocata de jamón serrano seguimos avanzando hacia las galerías de Reñada. Este era ya terreno conocido: “Galería Sangrienta”, “el Monje”. La progresión en estas galerías es fácil y, además, bonita. El camino está lleno de marcas y balizas. Es sencillo encontrar la ruta buena. 





















El Monje



















Galerías de Reñada















Galerías de Reñada



















Galería Sangrienta
















Inicio del Duck

Alguna rampa resbaladiza, algún resalte con cuerda en fijo y en poco te plantas en el paso del “Duck”. Estaba muy bajo de nivel y casi ni nos mojamos, aunque ya veníamos algo mojados de los pozos.

Al poco de pasar el duck nos encontramos con varios lagos de barro graciosillos. Fundamental las botas de agua.

Alguna cuerda en fijo para salvar algún resalte, cuerdas que no eran de espeleo. Me parecieron de polipropileno o algo así. Casi mejor no meter los aparatos en ellas, no sea que lijemos el aluminio de nuestros chismes. 

Parte más crítica del Duck.















Aspecto del inicio del Agujero Soplador


En poco más nos plantamos en el agujero soplador. Graciosillo también… por si acaso no te habías mojado en el duck y no habías embarrado el mono, aquí tenéis este paso, para poner remedio.


Agujero Soplador, desde fuera

Agujero Soplador

Y sí, por si no venías embarrado...





A los pocos metros del agujero soplador se ve ya la luz de la calle. Solo una rampa ascendente y preciosa tarde de otoño, sol, calorcito. 

Desde la base del pozo – tubo estrecho (Sala Cartón Piedra) hasta la boca de Reñada invertimos unas 3 horas, incluyendo la comida de bocatas y las fotos. En total 7 horas de travesía.


Camino del coche aprovechamos a coger ricas castañas. También había un nogal, al lado del coche, cargadito de nueces, pero teníamos que meternos en un zarzal, y no era plan. Y ya puestos, al río Asón a lavar el equipo. 

Y como Manuel y yo tenemos la suerte de vivir en Castro Urdiales, a escasos 50 km del Valle del Asón, del epicentro de la espeleo, pues a casita a darse una ducha, salir a pasear con los niños y la jefa en una fantástica tarde de sábado, para acabar cenando con otros amigos.
Así, todos contentos: Manuel y yo por hacer esta fantástica travesía, los niños por pasar la tarde de paseo comiendo chuches y la jefa… pues también.

RECOMENDACIONES:

Agua: Chungo, sobre todo el paso del duck. Nosotros solemos vigilar el caudal del Asón en Coterino en este enlace. Cuando entramos el caudal rondaba los 2 m3/s, lo que es verdaderamente bajo. Por experiencia, un nivel medio del Asón en este punto ronda los 10 – 15 m3/s. En ese rango encontraréis más agua, pero no tendréis problemas en esta travesía, salvo lluvias repentinas. Tenéis que evitar fuertes picos de crecida, que aparecen fácilmente en el Asón en el momento que llueve algo fuerte. En fin, os recomiendo vigilar este enlace.
Si el duck está inundado es un suicidio meterse a pulmón, a pesar de que hay una cuerda guía instalada. Mejor retroceder, sacar las mantas térmicas y esperar. Menos crítico es el agujero soplador.


Caudal del Asón en Coterino
 Cuerdas: Nosotros llevamos lo que teníamos: 60 m, 40 m y 20m todo en 9 mm. No es lo más optimizado, pero bueno. Tuvimos varias veces que empalmar cuerdas en el tramo de recuperación. 

Horarios: Dos cuarentones cerveceros y con experiencia; eso sí, guapos, simpáticos, inteligentes y modestos, empleamos: 

·         Subida del Coche a Azpilicueta: 1,5 horas
·         Boca de Azpilicueta a base del pozo–tubo (bajar todos los pozos): 4 horas
·         Base del pozo–tubo a boca de Reñada: 3 horas
·         Reñada a coche: 20 min.

 Estos tiempos incluyen las paradas contempladas en los derechos constitucionales espeleológicos, esto es, para comer, sacar fotos, dame un trago de agua que estoy seco, equivocarte, mear (varias veces) y echar algún que otro cigarrito.

 En fin, chicos y chicas. Un disfrute de travesía. ¡¡Hasta la próxima!!
 



jueves, 10 de abril de 2014

Travesía Buena - Bortal. Sistema Atxuriaga


Sí señor: La travesía Buena – Bortal del sistema de Atxuriaga, en Bizkaia, es una de las travesías que no te puedes perder: Muy recomendable y divertida. ¡¡Y la entrada es grátis!!

En total los del Burnia llevan explorados 36 km de galerías, con un desnivel máximo de 526 m (mayo 2010), colocándola así en el puesto nº 11 de desarrollo en cavidades de España y la primera de Euskadi.
 
La travesía denominada Buena – Bortal, la más clásica, entrada por la mina La Buena y salida por la mina La Impensada después de recorrer el río Bortal, recorre algo más de 3,5 km del sistema, llegándose casi a la cota de -400m en la sala Bortal.

La mina La Buena, donde se extraía mineral de hierro a principios del siglo XX, causó un “soplao” con las galerías naturales de la zona Ganeran. Vamos, que los mineros, sin querer, se encontraron con una cueva natural al excavar sus galerías. Algo parecido ocurrió con la salida de la travesía, la mina La Impensada, donde originaron el “soplao” de Bortal. 

A lo largo de la travesía podremos encontrar numerosos restos de estos usos mineros, añadiendo a la travesía cierto atractivo, a la vez que genera preguntas del tipo “¿Cómo coños llegaban hasta aquí o subían hasta allí los mineros?”.

Eran otro tipo de hombres…

Pero bueno, al tajo.

La mina La Buena se encuentra en el término municipal de San Pedro de Galdames, estando la salida
del sistema, La Impensada, más cerca del pueblo de la Aceña.

Para dejar los coches cerca de la salida, La Impensada,  en la carretera de La Aceña a San Pedro existe una entrada a la cantera el Bortal. Son característicos dos grandes pilares de bloques de caliza, uno a cada lado de la carretera, que en su día debieron servir para soportar algún sistema de transporte del mineral. 

Justo al lado de uno de esos pilares, pegando a la entrada a la cantera, sale una pequeña pista asfaltada a la izquierda que conduce, en poco más de 50 m, a una explanada, donde dejar todos los coches que queramos.

Parking para La Impensada: WGS84 / UTM / 30T /X .491.604 /Y 4.790.170

Para llegar a la entrada, La Buena, una vez en San Pedro de Galdames, casi del mismo centro del pueblo, sale una pista hormigonada de mucha pendiente, en dirección a la aldea de Ledo (Hay un cartel que lo indica). Subimos por esta pista, pasamos una primera aldea, Laia, y antes de llegar a ledo nos encontraremos en una curva con un redil con ovejas, justo en un cruce con una pista de tierra y piedras ascendente, y donde se ve una pequeña explanadita como para un par de coches. Este es el sitio donde dejar los coches.

En la imagen del track, el que lo hizo, atajó campo a través sin llegar a la valla de alambre.

Parking para La Buena: WGS84 / UTM / 30T /X 492.606 /Y 4.789.793



Subimos, ya caminando, por la pista de tierra, todo recto y sin desviarnos en ningún momento. Está muy clara y no hay pérdida. Pasaremos restos de viviendas mineras mientras ascendemos. Veremos un par de buenas diaclasas en una zona de paisaje kárstico. 

Cuando el camino deje de estar en cuesta arriba, empezando a llanear o cuesta abajo, hay que estar pendientes a una valla de alambre a la izquierda. Justo cuando esta valla llega a nuestra pista sale, a la izquierda, un camino no muy marcado que baja por una pequeña arboleda. Hay que seguir ese camino, que tras unos 400 – 500 m nos deja en la mina La Buena.

Veremos, antes de llegar a la mina, varios agujeros a la izquierda. No, esos primeros no son. Hay que seguir un poco más abajo a la derecha. Entrad por el más grande de ellos.






Os dejo las coordenadas:

Mina La Buena. WGS84 / UTM / 30T /X 493.281/Y 4.790.504

Mina La Impensada. WGS84 / UTM / 30T /X 491.925/Y 4.790.450

La verdad es que la travesía está muy bien balizada con reflectantes e hitos. Solo tened en cuenta una cosa: Hasta casi la salida, pasado el pozo de 90m y ya metidos en zona minera, NO HAY QUE REMONTAR ninguna cuerda. Son cuerdas que dan a galerías colgadas, no pertenecientes a la travesía y que no aparecen en las topos que circulan por ahí.

La primera vez que la intentamos nos cruzamos con una cuerda ascendente en el caos de bloques inicial, pensando que era la ruta a seguir para salvar el primer P17 en vez de descenderlo. Pues no… perdimos 3 horas, así que nos dedicamos a hacer turismo y vuelta para casa sin completar la travesía.

Venga, que me lío.

Al poco de entrar hay un hito y reflectante a la derecha. Cuidado, que es fácil pasárselo. Este hito nos desciende por una zona caótica y de techo bajo, hasta dar con unos túneles mineros con traviesas de madera. Coged el ramal de la derecha, hasta encontrar un pequeño hundimiento, giro a la izquierda y acceso al gran caos de bloques con el que empieza la cavidad natural.

Estos primeros 100 m, medio galerías mineras, medio zonas naturales, son las más laberínticas, siendo fácil dar paseos innecesarios.

Justo al principio de la gran rampa descendente de bloques hay un paso un poco comprometido. A su derecha, entre bloques, hay un paso entre bloques que da acceso a un metro de cuerda que hace más seguro el destrepe.

 


Desde ahí, todo para abajo, sin parar, siguiendo hitos y reflectantes, hasta toparnos con el P17. Su cabecera está en la pared izquierda, tras un gran bloque. Reunión de cadena con mallón. Desviador a 4 m. No hay cuerda en fijo.











Aquí oiremos un curso de aguas, no accesible. Empiezan las grandes… ¡qué digo!, inmensas galerías de la travesía. Seguiremos los balizamientos y en una zona arenosa nos encontraremos en la pared derecha un pasamanos y 10 m de cuerda en fijo, que nos ayuda a salvar un desfondamiento.

 Alcanzaremos una zona con dos lagos donde podremos coger agua.

A partir de aquí, ojito al barro muy resbaladizo. Yo ya probé el “culo –espeleo” en esta zona. Rampa de barro muy resbaladiza ascendente: Hay que buscarle las vueltas para no gastar energías innecesariamente. Ummmm, ¡¡¡unos crampones vendrían bien!!!

Siempre siguiendo las marcas llegamos a un nuevo pasamanos a la derecha, con anilla para montar nuestra cuerda. Se trata de un pozo de 7 - 8 m, más una pequeña rampa que, o bien puedes bajarla a pelo o bien, antes de recuperar tu cuerda, puedes asegurarte con ella. Hay un desviador en fijo, sin mosquetón, para esta segunda opción.






Enseguida, un pasamanos “semi – tirolina” nos ayuda a pasar un desfondamiento. Saca el puño para esta “semi-tirolina”, y acuérdate de pasar el mosquetón del cabo de anclaje del puño también por la cuerda del pasamanos.

Se nota, ahora sí, cómo el suelo se cubre por momentos de arena fina. Nos acercamos a la sala del Vivac. Hay que seguir un marcado sendero ascendente a la derecha sobre la arena hasta llegar a una agrupación de formaciones.

Sí, es el sitio para comer el bocata y echar un cigarrito. Y no comed demasiado, que lo siguiente es el paso de la Bocina.

Un gran cañón adiaclasado bordea toda la zona del vivac. El paso de la Bocina se encuentra a media altura de ese cañón, en la pared contraria donde se encuentra el vivac.

Desde el vivac sale un sendero, marcado en la arena y con señales claras que nos llevan hasta un corto pasamanos de aproximación y reunión con anilla en el techo.

Esta primera reunión en techo nos permite bajar hasta la mitad del cañón, unos 5 m, con nuestra cuerda, donde nos encontraremos con el paso de la Bocina. Antes de pasar la Bocina hay que recuperar esta tirada.









Allí, a medio cañón, veremos la cuerda de un pasamanos que se mete en un pequeño agujerín. Pues bien, pies por delante y cara al suelo, asegurados con los cabos al pasamanos. Hay que girarse un poco para pasar, tumbándose ligeramente sobre el costado izquierdo. Más que la postura inicial de cara al suelo habría que hablar de oreja izquierda ligeramente mirando al suelo.





Se pasa sin problemas, no es para tanto. Parece más de lo que realmente es. En seguida se hace pie al otro lado, donde continúa el pasamanos hasta la primera reunión del P59. 

Consta de dos anillas en paredes opuestas. El pozo es adiaclasado y no demasiado cómodo. Esta primera tirada, unos 10 – 15 m, tiene cierto roce de la cuerda.

De nuevo un pasamanos y segunda reunión, con dos anillas en paredes opuestas y desviador a unos 7 m. El desviador está formado por cordino y un mallón. Este mallón ya nos costó abrirlo por oxidación.

Según el croquis que circula por ahí esta es la última reunión. ¡¡Pues no!!. Si tratas de ir desde aquí hasta el fondo del pozo te vas a quedar encajado y recuperar va a ser un poco difícil.

A unos 10 m del fondo hay otro pasamanos, un tanto aéreo aunque en oposición te manejas bien, con nueva anilla para reunión. Úsala. Así, la segunda reunión son unos 20 – 25 m, dejando otra tirada más en esta tercera reunión, de unos 10 – 15 m.

Con esto llegamos a la base del P59. Se trata de un meandro con alguna marmita, evitándose fácilmente el agua. Vamos, que no te mojas ni los pies. Unos pocos metros siguiendo el curso del meandro nos encontramos con una cascada de unos 8 m.

Esta cascada consta de un pasamanos en fijo, que nos aleja de la caída del agua, con anilla para colocar nuestra cuerda. No descender hasta el fondo, ya que la continuación está sobre un resalte, a la derecha si nos referenciamos al curso del agua.

Aquí se me jodió la cámara: Uffff, pobrecilla, han sido muchas horas bajo tierra… De aquí en adelante las fotos con el móvil.

Pasada esta cascada hay que ir buscando sitio para ponerse los neoprenos. No hay demasiados sitios cómodos por la forma encajonada de la galería, así que, en cuanto encontréis zona cómoda, a cambiarse…

Unos 50 m pasados la cascada encontraremos una cuerda como de 1 m que, ahora sí, nos deja en todo el cauce del río, en la famosa “Cofradía de los Mareantes”. Se trata de una galería de techo bajo por la que discurre el río, en principio muy pausado. Hay tramos que, al variar la altura del techo por las bonitas formaciones que tiene, apenas quedan un par de palmos de aire, así que ojo con la climatología.

Nosotros tomamos como referencia la Estación de medición de aforo de ARENAO, que mide en tiempo real el caudal del río Barbadun, que recoge las aguas de la zona. 

En este enlace podéis consultar el gráfico y los datos de esta estación.

Cuando entramos nosotros las mediciones eran:
05 abril de 2014; 10:00h. Altura del río 0,665 m, caudal 0,661 m3/s que corresponden a un nivel bajo del río. Fijaros sobre todo en el caudal, más que en la altura, y en la previsión del tiempo.

El mapa actual de niveles se ve en este enlace


Bueno, pues con ese nivel de agua no tuvimos ningún problema, había agua suficiente como para mojarnos hasta el cuello (pasos bajos) y las cascadas se mostraban bien bonitas y con suficiente agua como para disfrutar, pero sin problemas.

Pues eso. Caes al río, con el agua por el pecho… ¡¡¡fresquita!!!. Esta parte de la cueva es, sin duda,  la más divertida y vistosa. Avanzas por el agua, esquivando formaciones que te obligan, a veces, a mojarte hasta el cuello buscando el sitio más cómodo para pasar. El suelo, en algunos tramos, es muy irregular, lo que hace, a veces, complicado el avance.

Poco a poco la galería se convierte en un meandro, tomando inclinación y apareciendo pasos de cierta incomodidad por su estrechez

Aparecen varios rápeles cortos, instalados en fijo, para sortear pequeños saltos de 3 a 5 m, al igual que algún pasamanos que ayuda a sortear zonas de cierta profundidad.

Y cuando ya empiezas a estar un poco cansado de sortear pasos incómodos en esta parte final con morfología de meandro,  de repente, sin previo aviso, el río se desploma en una impresionante cascada de 90 m en medio de una sala de dimensiones colosales: La sala Bortal.

A pesar de lo que digan de la Cofradía de los Mareantes, a mí, lo que más me gustó, fue bajar este impresionante P90 con su cascada, presa, tuberías y cables mineros.

El pozo es muy frío: Aunque no te mojas con la cascada sí hay mucha salpicadura de agua, además de una fuerte corriente de aire frío y húmedo causada por la caída del agua.

Ojo, porque es fácil quedarse frío esperando en las reuniones, por eso tenéis que tener muy claro la técnica, las cuerdas que vais a usar, el orden en que vais a bajar, quién instala y quién recupera, cómo hacemos llegar las cuerdas al que instala, etc. Como os quedéis mucho tiempo parados en las reuniones  os puede dar una pájara.

Nosotros sólo éramos dos personas, por lo que fue bastante fácil bajarlo, con las mínimas esperas imprescindibles.

Os paso un croquis de la instalación que se corresponde muy bien con la realidad. La segunda reunión, en aéreo, es fácil pasársela de largo. Ojo. Cuidado también con la gente con poca experiencia en esa reunión. 

Nudo final de cuerda imprescindible, y el que instale ya sabe, cuerda de bajada sobrante se debe atar a la siguiente reunión, así como recoger el sobrante.

Salvo esta segunda reunión todas tenían pasamanos en fijo de aproximación y anilla para doble cuerda.

Nosotros no tuvimos ningún problema de líos de cuerdas o enganchones para recuperar, salvo en la última tirada, donde el Don Topo, aquí presente a las teclas, ya en el suelo de la sala Bortal y que estaba más pendiente de liarse un cigarrito que de recuperar, se le olvidó quitar el nudo final de cuerda. La cagué: Perdimos como 20 m de cuerda y un mosquetón, que se quedaron allí colgados.

En fin… jilipollas que es uno. Algo que no me había pasado nunca.

Ahora solo hay que seguir la tubería minera para encontrar la salida.

Esta es la parte más pesada y menos vistosa de la cueva: Salir por la zona minera. Pues eso, entre reflectantes y tubería minera es fácil encontrar el camino, que discurre por algunas rampas embarradas, algún bloque: Con lo limpios que veníamos del río aquí te vuelves a manchar.

Pronto se llega a una primera rampa ascendente, montada en fijo. Tras ésta, un resalte y nueva rampa ascendente con cuerda en fijo, que termina en un pocete de unos 5 m que hay que subir.
Desde este pozo a la salida es cuestión de 10 minutos.

Una vez subido este pozo, NO hay que tirar de frente, que parece lo lógico. Hay que girar a la izquierda, bordeando el pozo. Hay una baliza.

Enseguida se entra en un túnel minero, de suelo totalmente liso, donde progresar es más fácil que dar una vuelta por el paseo marítimo de cualquier ciudad. Estamos en la mina La Impensada.
Una vez en la boca de la mina, para llegar al coche, hay que evitar entrar en la cantera: Está vallada, hay vigilante, perros… Vamos, un “fregao”.

Para evitar la cantera, que está a mano izquierda, hay que bajar por el plano inclinado que se ve a la derecha, por donde bajaban las vagonetas de la mina.

Al final del plano inclinado hay una senda, que continúa recto. Cuando la senda se difumine, fijaros a la derecha, que continúa rumbo al cauce del río, generalmente seco, que circula por el fondo del barranco. La senda termina en ese cauce seco, que seguimos por pocos metros hasta que a la izquierda aparece la explanada donde hemos dejado los coches.

Y colorín colorado, esta travesía ha sido un gustazo.

Tiempos: Tardamos en llegar a la entrada desde el coche algo más de una hora. En hacer la travesía, dos personas con experiencia, de tranquis, sin conocer la cueva y con paradas a comer, neopreno, alguna incidencia corta y lucha con la cuerda con la que hice el jilipollas al recuperar sin quitar el nudo fin de cuerda: 9 horas y 30 minutos.

Nosotros hicimos la travesía con tres cuerdas: 20 m que nos vino muy bien en doble para los rápeles cortos no instalados; 40 m, genial en doble para todas las tiradas menores de 20 m, que son la mayoría; y otra de 60 m, que solo usamos dos veces y que hubiera servido con otra de 40 m.

Mi recomendación, yendo súper  justos de cuerda,  sería 15 m, 40 m y 40 m ya que la tirada más larga, usando todas las reuniones en el P90, es de unos 37 m. 

Hice la travesía con neopreno completo de 3 mm. Soy tirando a friolero y fui muy bien. Solo pasé algo de frío en las reuniones del P90. Si hubiera tenido que esperar estas reuniones mucho tiempo lo hubiera pasado mal: Ojo si vais toda la tropa.

Y esto es todo, chicos. Esta es una travesía que no podéis perderos. 

¡¡Suerte!!