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jueves, 10 de abril de 2014

Travesía Buena - Bortal. Sistema Atxuriaga


Sí señor: La travesía Buena – Bortal del sistema de Atxuriaga, en Bizkaia, es una de las travesías que no te puedes perder: Muy recomendable y divertida. ¡¡Y la entrada es grátis!!

En total los del Burnia llevan explorados 36 km de galerías, con un desnivel máximo de 526 m (mayo 2010), colocándola así en el puesto nº 11 de desarrollo en cavidades de España y la primera de Euskadi.
 
La travesía denominada Buena – Bortal, la más clásica, entrada por la mina La Buena y salida por la mina La Impensada después de recorrer el río Bortal, recorre algo más de 3,5 km del sistema, llegándose casi a la cota de -400m en la sala Bortal.

La mina La Buena, donde se extraía mineral de hierro a principios del siglo XX, causó un “soplao” con las galerías naturales de la zona Ganeran. Vamos, que los mineros, sin querer, se encontraron con una cueva natural al excavar sus galerías. Algo parecido ocurrió con la salida de la travesía, la mina La Impensada, donde originaron el “soplao” de Bortal. 

A lo largo de la travesía podremos encontrar numerosos restos de estos usos mineros, añadiendo a la travesía cierto atractivo, a la vez que genera preguntas del tipo “¿Cómo coños llegaban hasta aquí o subían hasta allí los mineros?”.

Eran otro tipo de hombres…

Pero bueno, al tajo.

La mina La Buena se encuentra en el término municipal de San Pedro de Galdames, estando la salida
del sistema, La Impensada, más cerca del pueblo de la Aceña.

Para dejar los coches cerca de la salida, La Impensada,  en la carretera de La Aceña a San Pedro existe una entrada a la cantera el Bortal. Son característicos dos grandes pilares de bloques de caliza, uno a cada lado de la carretera, que en su día debieron servir para soportar algún sistema de transporte del mineral. 

Justo al lado de uno de esos pilares, pegando a la entrada a la cantera, sale una pequeña pista asfaltada a la izquierda que conduce, en poco más de 50 m, a una explanada, donde dejar todos los coches que queramos.

Parking para La Impensada: WGS84 / UTM / 30T /X .491.604 /Y 4.790.170

Para llegar a la entrada, La Buena, una vez en San Pedro de Galdames, casi del mismo centro del pueblo, sale una pista hormigonada de mucha pendiente, en dirección a la aldea de Ledo (Hay un cartel que lo indica). Subimos por esta pista, pasamos una primera aldea, Laia, y antes de llegar a ledo nos encontraremos en una curva con un redil con ovejas, justo en un cruce con una pista de tierra y piedras ascendente, y donde se ve una pequeña explanadita como para un par de coches. Este es el sitio donde dejar los coches.

En la imagen del track, el que lo hizo, atajó campo a través sin llegar a la valla de alambre.

Parking para La Buena: WGS84 / UTM / 30T /X 492.606 /Y 4.789.793



Subimos, ya caminando, por la pista de tierra, todo recto y sin desviarnos en ningún momento. Está muy clara y no hay pérdida. Pasaremos restos de viviendas mineras mientras ascendemos. Veremos un par de buenas diaclasas en una zona de paisaje kárstico. 

Cuando el camino deje de estar en cuesta arriba, empezando a llanear o cuesta abajo, hay que estar pendientes a una valla de alambre a la izquierda. Justo cuando esta valla llega a nuestra pista sale, a la izquierda, un camino no muy marcado que baja por una pequeña arboleda. Hay que seguir ese camino, que tras unos 400 – 500 m nos deja en la mina La Buena.

Veremos, antes de llegar a la mina, varios agujeros a la izquierda. No, esos primeros no son. Hay que seguir un poco más abajo a la derecha. Entrad por el más grande de ellos.






Os dejo las coordenadas:

Mina La Buena. WGS84 / UTM / 30T /X 493.281/Y 4.790.504

Mina La Impensada. WGS84 / UTM / 30T /X 491.925/Y 4.790.450

La verdad es que la travesía está muy bien balizada con reflectantes e hitos. Solo tened en cuenta una cosa: Hasta casi la salida, pasado el pozo de 90m y ya metidos en zona minera, NO HAY QUE REMONTAR ninguna cuerda. Son cuerdas que dan a galerías colgadas, no pertenecientes a la travesía y que no aparecen en las topos que circulan por ahí.

La primera vez que la intentamos nos cruzamos con una cuerda ascendente en el caos de bloques inicial, pensando que era la ruta a seguir para salvar el primer P17 en vez de descenderlo. Pues no… perdimos 3 horas, así que nos dedicamos a hacer turismo y vuelta para casa sin completar la travesía.

Venga, que me lío.

Al poco de entrar hay un hito y reflectante a la derecha. Cuidado, que es fácil pasárselo. Este hito nos desciende por una zona caótica y de techo bajo, hasta dar con unos túneles mineros con traviesas de madera. Coged el ramal de la derecha, hasta encontrar un pequeño hundimiento, giro a la izquierda y acceso al gran caos de bloques con el que empieza la cavidad natural.

Estos primeros 100 m, medio galerías mineras, medio zonas naturales, son las más laberínticas, siendo fácil dar paseos innecesarios.

Justo al principio de la gran rampa descendente de bloques hay un paso un poco comprometido. A su derecha, entre bloques, hay un paso entre bloques que da acceso a un metro de cuerda que hace más seguro el destrepe.

 


Desde ahí, todo para abajo, sin parar, siguiendo hitos y reflectantes, hasta toparnos con el P17. Su cabecera está en la pared izquierda, tras un gran bloque. Reunión de cadena con mallón. Desviador a 4 m. No hay cuerda en fijo.











Aquí oiremos un curso de aguas, no accesible. Empiezan las grandes… ¡qué digo!, inmensas galerías de la travesía. Seguiremos los balizamientos y en una zona arenosa nos encontraremos en la pared derecha un pasamanos y 10 m de cuerda en fijo, que nos ayuda a salvar un desfondamiento.

 Alcanzaremos una zona con dos lagos donde podremos coger agua.

A partir de aquí, ojito al barro muy resbaladizo. Yo ya probé el “culo –espeleo” en esta zona. Rampa de barro muy resbaladiza ascendente: Hay que buscarle las vueltas para no gastar energías innecesariamente. Ummmm, ¡¡¡unos crampones vendrían bien!!!

Siempre siguiendo las marcas llegamos a un nuevo pasamanos a la derecha, con anilla para montar nuestra cuerda. Se trata de un pozo de 7 - 8 m, más una pequeña rampa que, o bien puedes bajarla a pelo o bien, antes de recuperar tu cuerda, puedes asegurarte con ella. Hay un desviador en fijo, sin mosquetón, para esta segunda opción.






Enseguida, un pasamanos “semi – tirolina” nos ayuda a pasar un desfondamiento. Saca el puño para esta “semi-tirolina”, y acuérdate de pasar el mosquetón del cabo de anclaje del puño también por la cuerda del pasamanos.

Se nota, ahora sí, cómo el suelo se cubre por momentos de arena fina. Nos acercamos a la sala del Vivac. Hay que seguir un marcado sendero ascendente a la derecha sobre la arena hasta llegar a una agrupación de formaciones.

Sí, es el sitio para comer el bocata y echar un cigarrito. Y no comed demasiado, que lo siguiente es el paso de la Bocina.

Un gran cañón adiaclasado bordea toda la zona del vivac. El paso de la Bocina se encuentra a media altura de ese cañón, en la pared contraria donde se encuentra el vivac.

Desde el vivac sale un sendero, marcado en la arena y con señales claras que nos llevan hasta un corto pasamanos de aproximación y reunión con anilla en el techo.

Esta primera reunión en techo nos permite bajar hasta la mitad del cañón, unos 5 m, con nuestra cuerda, donde nos encontraremos con el paso de la Bocina. Antes de pasar la Bocina hay que recuperar esta tirada.









Allí, a medio cañón, veremos la cuerda de un pasamanos que se mete en un pequeño agujerín. Pues bien, pies por delante y cara al suelo, asegurados con los cabos al pasamanos. Hay que girarse un poco para pasar, tumbándose ligeramente sobre el costado izquierdo. Más que la postura inicial de cara al suelo habría que hablar de oreja izquierda ligeramente mirando al suelo.





Se pasa sin problemas, no es para tanto. Parece más de lo que realmente es. En seguida se hace pie al otro lado, donde continúa el pasamanos hasta la primera reunión del P59. 

Consta de dos anillas en paredes opuestas. El pozo es adiaclasado y no demasiado cómodo. Esta primera tirada, unos 10 – 15 m, tiene cierto roce de la cuerda.

De nuevo un pasamanos y segunda reunión, con dos anillas en paredes opuestas y desviador a unos 7 m. El desviador está formado por cordino y un mallón. Este mallón ya nos costó abrirlo por oxidación.

Según el croquis que circula por ahí esta es la última reunión. ¡¡Pues no!!. Si tratas de ir desde aquí hasta el fondo del pozo te vas a quedar encajado y recuperar va a ser un poco difícil.

A unos 10 m del fondo hay otro pasamanos, un tanto aéreo aunque en oposición te manejas bien, con nueva anilla para reunión. Úsala. Así, la segunda reunión son unos 20 – 25 m, dejando otra tirada más en esta tercera reunión, de unos 10 – 15 m.

Con esto llegamos a la base del P59. Se trata de un meandro con alguna marmita, evitándose fácilmente el agua. Vamos, que no te mojas ni los pies. Unos pocos metros siguiendo el curso del meandro nos encontramos con una cascada de unos 8 m.

Esta cascada consta de un pasamanos en fijo, que nos aleja de la caída del agua, con anilla para colocar nuestra cuerda. No descender hasta el fondo, ya que la continuación está sobre un resalte, a la derecha si nos referenciamos al curso del agua.

Aquí se me jodió la cámara: Uffff, pobrecilla, han sido muchas horas bajo tierra… De aquí en adelante las fotos con el móvil.

Pasada esta cascada hay que ir buscando sitio para ponerse los neoprenos. No hay demasiados sitios cómodos por la forma encajonada de la galería, así que, en cuanto encontréis zona cómoda, a cambiarse…

Unos 50 m pasados la cascada encontraremos una cuerda como de 1 m que, ahora sí, nos deja en todo el cauce del río, en la famosa “Cofradía de los Mareantes”. Se trata de una galería de techo bajo por la que discurre el río, en principio muy pausado. Hay tramos que, al variar la altura del techo por las bonitas formaciones que tiene, apenas quedan un par de palmos de aire, así que ojo con la climatología.

Nosotros tomamos como referencia la Estación de medición de aforo de ARENAO, que mide en tiempo real el caudal del río Barbadun, que recoge las aguas de la zona. 

En este enlace podéis consultar el gráfico y los datos de esta estación.

Cuando entramos nosotros las mediciones eran:
05 abril de 2014; 10:00h. Altura del río 0,665 m, caudal 0,661 m3/s que corresponden a un nivel bajo del río. Fijaros sobre todo en el caudal, más que en la altura, y en la previsión del tiempo.

El mapa actual de niveles se ve en este enlace


Bueno, pues con ese nivel de agua no tuvimos ningún problema, había agua suficiente como para mojarnos hasta el cuello (pasos bajos) y las cascadas se mostraban bien bonitas y con suficiente agua como para disfrutar, pero sin problemas.

Pues eso. Caes al río, con el agua por el pecho… ¡¡¡fresquita!!!. Esta parte de la cueva es, sin duda,  la más divertida y vistosa. Avanzas por el agua, esquivando formaciones que te obligan, a veces, a mojarte hasta el cuello buscando el sitio más cómodo para pasar. El suelo, en algunos tramos, es muy irregular, lo que hace, a veces, complicado el avance.

Poco a poco la galería se convierte en un meandro, tomando inclinación y apareciendo pasos de cierta incomodidad por su estrechez

Aparecen varios rápeles cortos, instalados en fijo, para sortear pequeños saltos de 3 a 5 m, al igual que algún pasamanos que ayuda a sortear zonas de cierta profundidad.

Y cuando ya empiezas a estar un poco cansado de sortear pasos incómodos en esta parte final con morfología de meandro,  de repente, sin previo aviso, el río se desploma en una impresionante cascada de 90 m en medio de una sala de dimensiones colosales: La sala Bortal.

A pesar de lo que digan de la Cofradía de los Mareantes, a mí, lo que más me gustó, fue bajar este impresionante P90 con su cascada, presa, tuberías y cables mineros.

El pozo es muy frío: Aunque no te mojas con la cascada sí hay mucha salpicadura de agua, además de una fuerte corriente de aire frío y húmedo causada por la caída del agua.

Ojo, porque es fácil quedarse frío esperando en las reuniones, por eso tenéis que tener muy claro la técnica, las cuerdas que vais a usar, el orden en que vais a bajar, quién instala y quién recupera, cómo hacemos llegar las cuerdas al que instala, etc. Como os quedéis mucho tiempo parados en las reuniones  os puede dar una pájara.

Nosotros sólo éramos dos personas, por lo que fue bastante fácil bajarlo, con las mínimas esperas imprescindibles.

Os paso un croquis de la instalación que se corresponde muy bien con la realidad. La segunda reunión, en aéreo, es fácil pasársela de largo. Ojo. Cuidado también con la gente con poca experiencia en esa reunión. 

Nudo final de cuerda imprescindible, y el que instale ya sabe, cuerda de bajada sobrante se debe atar a la siguiente reunión, así como recoger el sobrante.

Salvo esta segunda reunión todas tenían pasamanos en fijo de aproximación y anilla para doble cuerda.

Nosotros no tuvimos ningún problema de líos de cuerdas o enganchones para recuperar, salvo en la última tirada, donde el Don Topo, aquí presente a las teclas, ya en el suelo de la sala Bortal y que estaba más pendiente de liarse un cigarrito que de recuperar, se le olvidó quitar el nudo final de cuerda. La cagué: Perdimos como 20 m de cuerda y un mosquetón, que se quedaron allí colgados.

En fin… jilipollas que es uno. Algo que no me había pasado nunca.

Ahora solo hay que seguir la tubería minera para encontrar la salida.

Esta es la parte más pesada y menos vistosa de la cueva: Salir por la zona minera. Pues eso, entre reflectantes y tubería minera es fácil encontrar el camino, que discurre por algunas rampas embarradas, algún bloque: Con lo limpios que veníamos del río aquí te vuelves a manchar.

Pronto se llega a una primera rampa ascendente, montada en fijo. Tras ésta, un resalte y nueva rampa ascendente con cuerda en fijo, que termina en un pocete de unos 5 m que hay que subir.
Desde este pozo a la salida es cuestión de 10 minutos.

Una vez subido este pozo, NO hay que tirar de frente, que parece lo lógico. Hay que girar a la izquierda, bordeando el pozo. Hay una baliza.

Enseguida se entra en un túnel minero, de suelo totalmente liso, donde progresar es más fácil que dar una vuelta por el paseo marítimo de cualquier ciudad. Estamos en la mina La Impensada.
Una vez en la boca de la mina, para llegar al coche, hay que evitar entrar en la cantera: Está vallada, hay vigilante, perros… Vamos, un “fregao”.

Para evitar la cantera, que está a mano izquierda, hay que bajar por el plano inclinado que se ve a la derecha, por donde bajaban las vagonetas de la mina.

Al final del plano inclinado hay una senda, que continúa recto. Cuando la senda se difumine, fijaros a la derecha, que continúa rumbo al cauce del río, generalmente seco, que circula por el fondo del barranco. La senda termina en ese cauce seco, que seguimos por pocos metros hasta que a la izquierda aparece la explanada donde hemos dejado los coches.

Y colorín colorado, esta travesía ha sido un gustazo.

Tiempos: Tardamos en llegar a la entrada desde el coche algo más de una hora. En hacer la travesía, dos personas con experiencia, de tranquis, sin conocer la cueva y con paradas a comer, neopreno, alguna incidencia corta y lucha con la cuerda con la que hice el jilipollas al recuperar sin quitar el nudo fin de cuerda: 9 horas y 30 minutos.

Nosotros hicimos la travesía con tres cuerdas: 20 m que nos vino muy bien en doble para los rápeles cortos no instalados; 40 m, genial en doble para todas las tiradas menores de 20 m, que son la mayoría; y otra de 60 m, que solo usamos dos veces y que hubiera servido con otra de 40 m.

Mi recomendación, yendo súper  justos de cuerda,  sería 15 m, 40 m y 40 m ya que la tirada más larga, usando todas las reuniones en el P90, es de unos 37 m. 

Hice la travesía con neopreno completo de 3 mm. Soy tirando a friolero y fui muy bien. Solo pasé algo de frío en las reuniones del P90. Si hubiera tenido que esperar estas reuniones mucho tiempo lo hubiera pasado mal: Ojo si vais toda la tropa.

Y esto es todo, chicos. Esta es una travesía que no podéis perderos. 

¡¡Suerte!!

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